Colares, la región vinícola más occidental de Portugal desde 1908, posee suelos arenosos moldeados por los vientos atlánticos. Las vides están protegidas por empalizadas hechas a mano, creando un paisaje único parecido a un panal de abejas. Los métodos tradicionales guían la plantación y el cultivo de la vid, dando lugar a unos vinos célebres por su singularidad.
El vino tinto de Colares, principalmente "Ramisco", adquiere una tonalidad rojiza y aromas complejos tras el envejecimiento. El vino blanco de Colares, "Malvasía de Colares", ofrece un tono amarillo verdoso claro y un aroma afrutado y floral. Producidos en cantidades limitadas en la bodega cooperativa, estos vinos encarnan el rico patrimonio y el terruño de Colares, un sabor raro y apreciado de esta extraordinaria región.